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Uy Festival

Este festival, organizado por la Corporación Latinoamericana Misión Rural, Pacifistas sin Fronteras, el Gimnasio Moderno, La Red de Editoriales Independientes y Beccasssino Publicidad, con el apoyo del Ministerio de Cultura ha buscado convertirse en un escenario de cuestionamiento crítico de la categoría del miedo, generando procesos de reflexión y análisis en torno a este sentimiento. Se hace necesario ver el miedo de forma analítica, en especial en el contexto colombiano actual, donde los ciudadanos debemos tomar nuestro pasado violento para construir un futuro que también genera pánico. En ediciones pasadas nos han ocupado temas como “los miedos de las mujeres”, “los miedos de la víctimas”, “los miedos en torno al sexo y la sexualidad”, entre otros miedos.

lunes, 3 de octubre de 2011

La Sociedad del Semáforo (Crítica)

Les dejamos una critica cinematográfica sobre la película La Sociedad del Semáforo. Una pelicula que en el momento de su estreno generó mucha polémica. más de la película en este link: http://www.lsd-s.com/eldelirio8/index.html



           “Un dolor, una punzada…”

Así describe la calle la poeta cubana Maria Eugenia Casiero y así es presentada por  Rubén Mendoza en su opera prima “La sociedad del semáforo”, un discurso descarnado y libertario acerca de la Colombia indigente, desplazada, desechada y desechable.
En un semáforo de la ciudad de Bogotá, conviven y trabajan poetas, vendedores y cirqueros. Raúl Trellez, a veces reciclador, a veces eléctrico, tiene en sus manos la fórmula para hacer ricos a la gente del semáforo; su “proyecto” consiste en hacer que el semáforo dure en rojo mucho más tiempo.  
Raúl Trellez está lejos de ser un héroe, es un simple hombre que representa a miles de personajes de las calles capitalinas, quien lleva sus sentidos y acciones hasta límites juzgados por la sociedad y por el espectador, el cual se estremecerá en su silla  viendo el espejo del país en el que vive. Atraen sus personajes sacados de la calle y lejos de cualquier estereotipo, cada uno con una historia diferente teniendo en común la miseria.
La historia es imprecisa, con un clímax y un argumento aparente pero que se sale de todos los lineamientos clásicos de la narración cinematográfica; el espectador nunca tendrá lo que espera ver, cautiva con una primera secuencia de un “trancón” de ambulancias que no se resuelve más que en la imaginación de cada espectador. Encontramos también imágenes poéticas y simbólicas que se quedan en la mente y que bien pueden llegar a trascender en la historia.
Es una obra de una belleza provocativa (estética mas no cosmética), con una fotografía sucia e imperfecta, una mezcla disonante y unos actores naturales que llevan en sus espaldas el peso de la calle, la sociedad del semáforo logra con  gran naturalidad encarnar la esencia de una sociedad sepultada en la miseria. Película no apta para estómagos sensibles ni para mentes radicales por sus crudas e irreverentes imágenes que para unos será arte y para otros basura.
Intrépida, arriesgada, impredecible, imperfecta, irracional; una de las mejores y más sinceras películas colombianas de la década que el publico colombiano no está preparado para ver.

Por. Lorena Raigoso

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